DISPERSOS, cumple cada uno de ellos con sus trabajos, levantándose a las cinco, seis, siete u once de la mañana, aborreciendo el sonido impertinente del despertador del móvil, funambuleando sobre cuentas mentales para llegar a fin de mes, rumiando proyectos, soñando con autógrafos, novelas gráficas, novelas a secas, y firmas millonarias de merchandising.
UNIDOS, en este número que esperan fervientemente a que sea de su agrado, sus sumisos y humildes siervos.
PELOTAS, somos un rato.
VAGOS, muchas veces, en este estado quizás no habrá un segundo número.
EMPECINADOS, tozudos cual mulas negándose a trabajar, puede vuelvan a mostrarse juntos o por separado.
SOÑADORES, nunca mueren.
SIMPLES, desean que disfruten de este humilde fanzine, en el que han agrupado sus fuerzas, y en el que si algún día tiene continuación, está abierta la puerta a otros diletantes anónimos o a conocidos profesionales.
LA MANO ESTÁ TENDIDA.
UN ABRAZO GORDO.
Los Diletantes